sábado, 6 de agosto de 2011

Conectadamente Separados

Supongo que no hay razón alguna, sólo ese deseo que tanto me caracteriza, el deseo de desvelar las cosas, de demostrarle al mundo como funciona. Sólo un deseo de protesta, podría llamarse.

Hace mucho tiempo que no escribo en mi blog, para ser más exactos, desde hace un año y sinceramente he perdido, la poca práctica que había adquirido. Pero tengo esperanzas que ésta nueva entrada no se convierta en otro de los cientos de proyectos de entradas que tengo, que al final todas quedan en la papelera.

En ésta ocasión en particular, quiero hablar de un fenómeno que probablemente ya muchos psicólogos conocen de primera mano, un fenómeno que a la mayoría de nosotros nos afecta, en mayor o menos escala, pero inevitablemente, en el mundo que vivimos hoy, es casi imposible no encontrarse inserto en él. A mi me gusta llamarlo, “Conectadamente separados”. Es una paradoja el nombre, pero ya se entenderá el significado.

Sinceramente no recuerdo el momento que me acerqué y ocupé una computadora, quizás no llega a mi mente ningún recuerdo porque desde que nací he tenido uno. Y probablemente la mayoría de los jóvenes de mi edad estuvieron en mi misma situación y sin duda lo están las semillas que crecen en nuestros días. En aquél pasado, ya lejano, la Internet era cosa casi de ricos, era un privilegio sin duda. Hoy en día, lo sigue siendo, no obstante, está al alcance de cualquiera. Suena extraño decir que antes, no hace tanto tiempo, diez o siete años atrás quizás, los libros eran la principal fuente de información para todo. Hoy en día, lo siguen siendo sin duda, no obstante ahora el computador pasó a tomar el rol protagónico.

La vida antes era así y de a poco fuimos evolucionando tecnológicamente y adaptándonos a éste nuevo mundo que se nos presentaba. Hoy, aquél pasado, suena ya algo lejano al comparar la tecnología de hoy con la de hace siquiera cinco años, el mundo ha tomado un rumbo cada vez mas vertiginoso, ahora los cambios tecnológicos son de meses o años, no décadas.

Sin duda, la Internet, toda ésta nueva forma de interrelacionarnos nos ha mejorado la calidad de vida. Aparentemente el mundo parece ser más seguro, no quiero decir que haya menos crímenes, sólo digo que hay una mayor tecnología dispuesta para ése fin. Ahora tenemos espacios como éste, dónde mentes de todas las edades pueden hablar de lo que le de la gana. Tenemos sin fin de redes sociales que ha cambiado completamente nuestras relaciones entre las personas. Tenemos un mundo muchísimo más conectado, más informado.

No obstante todos éstos avances tecnológicos, es casi inevitable llegar a la pregunta ¿Y que ha pasado con nosotros? ¿Vivimos mejor ahora que antes? Yo personalmente tengo una opinión buena y mala. Yo creo que desde un punto de vista, la Internet nos ha cambiado para bien. Ahora la gente tiene mucha más Información a su disposición que antes, todo el mundo está abierto. Ahora todo el mundo ya no tiene miedo de alzar la voz ante el sistema. Ahora la gente cree en sí misma, no está dispuesta a que pasen por encima de ella. La gente no teme. Y sin duda éste avance se lo debemos a la Internet. Páginas como Wikileaks han liberado la información secreta de muchos gobiernos y aunque eso sea ilegal, le ha hecho ver a la gente como se comporta el sistema y le ha hecho abrir los ojos para que ellos mismos tomen las armas y vayan a combatir a favor de sus derechos. Revoluciones como la ocurrida en Egipto o en cierta parte, la que ocurre actualmente en mi país, Chile, han tenido como elemento “propulsor” ésta revolución tecnológica en la que vivimos. La gente al estar más conectada, puede ver lo que piensan los demás, puede organizarse de forma más efectiva.

Si dejara la entrada hasta aquí, todo parecería color de rosas, la Internet ganaría una batalla. Sin duda, los avances anteriormente mencionados son dignos de aplaudir y agradecer a nuestra “amiga”, la Internet.

No obstante, éste tema es como una moneda. Hay dos caras de la realidad y nunca podemos olvidar su lado oscuro. Éste concepto lo conocí de casualidad, mientras leía un poco de la novela de George Orwell, 1984, no hace tanto tiempo lo conocí y desde ése momento el tema me ha fascinado, me ha dado muchas ideas para historias, me ha dejado muchas horas en vela pensando sobre lo que algunos llaman, el cyberpunk. En una pequeña especie de resumen, éste concepto nació de la ciencia ficción, concretamente, de las novelas distópicas de ciencia ficción. Lo que propone éste concepto, es una relación indirectamente proporcional entre la tecnología y la calidad de vida. En palabras simples, tienes más tecnología pero tienes menos calidad de vida y viceversa.

Quizás mucha gente tome éste concepto algo descabellado especialmente porque deriva de la ficción literaria. Yo soy uno de los que creen en ésta especie de teoría y sin duda podemos encontrar evidencia de éste fenómeno sin buscar demasiado profundo.

Aún recuerdo, quizás en el verano, cuando leí una noticia que me dejó bastante consternado y sorprendido. “Mujer británica anuncia su suicidio en Facebook y ninguno de sus 1000 la ayuda”, decía aquél titular de diario. Cuando leí la noticia realmente me dejo sin palabras y sentí un ligero escalofrío.

Facebook es sin lugar a duda una de las redes sociales más importantes y más populares en la Internet. En teoría, todo parece ir bien. Creas tu propia página, pones algunos datos para que la gente se pueda contactar contigo y te haces amigos de todas aquellas personas con las que alguna vez tuviste una relación. Sin lugar a dudas, es un sitio muy útil. Pero Facebook nos demostró, nos hizo gráfico, lo que ya había surgido hace unos años atrás. Facebook nos manifestó la soledad en la que vive éste Homo Sapiens del siglo XXI. Éste Homo Sapiens, más lleno de conocimientos a su disposición, más valiente ante el sistema, éste mismo hombre lleno de soledad, aislado de su mundo, sin tener contacto con la gente. Facebook es un sitio que nos da la percepción que tenemos mucha gente a la cuál le importamos a nuestro alrededor. Nos da la sensación que somos alguien en éste magno universo. Facebook, con aquella engañadora palabra “amigo”, nos hace sentir alguien. Aquél sitio web nos ha esclavizados, ha tomado el control de nuestras vidas. Ahora, quién no esté allí, no es nadie, nadie sabrá que existe, nadie siquiera recordará cuando es su cumpleaños. Éste cruel mundo nos da la engañosa promesa de modernos celulares con acceso ilimitado a Internet, para conectarnos todo el tiempo con nuestros “amigos”, nos da la sensación que aquello está bien, que no hay problema. Pero es sólo una vil y seductora campaña.

Sinceramente me da miedo el futuro, le tengo terror al mundo en el que viviré cuando sea un adulto y más aún en el que vivirá mi descendencia. Nos adaptamos y evolucionamos de acuerdo a nuestro entorno tecnológico y mira como hemos terminado. ¿Qué pasará con aquél mundo del futuro? Las respuestas pueden ser muchas, pero sin duda si es que todo sigue como va ahora, el panorama no se ve demasiado bueno para ninguna de las posibilidades que imagines.

No hay comentarios: